Allá por el siglo I, los legionarios de la «Legio IIII» vieron en Muel y el rio huerva la posibilidad de crear un abastecimiento de agua para Caesaraugusta (Zaragoza) , aprovechando un valle natural por el que discurre el huerva de Muel a Mezalocha y una estrecha garganta decidieron la construcción de la presa a la que nos referimos hoy convertida en un parque.
Aunque parezca mentira fué realmente en 2009 donde realmente se toma consciencia de que la pared de sillares sobre la que se construyó una ermita en el siglo XVIII (que contiene pinturas de goya) es una auténtica presa romana de 90 m.
La presa romana de Muel es una de las obras de ingeniería civil hidráulica más relevantes del mundo hispanorromano, por su monumentalidad y buen estado de conservación.
Se corresponde con una presa de gravedad, sin espaldón, realizada sobre el río Huerva.
Su edificación data del cambio de era (10 / 5 a. C – principios s. I d. C.) y coincide con el gran desarrollo urbano del Valle Medio del Ebro.
Fue erigida para conseguir embalsar agua, y utilizarla en el riego de los campos agrícolas del territorio.
Se estima que el embalse tendría una gran capacidad y podría extenderse unas 80 hectáreas. A finales del siglo III d.C la presa quedó fuera de uso, debido a la colmatación de tierras de los aluviones del río Huerva.
La presa está situada en un bellísimo parque donde podemos ver cascadas, fuentes y acequias con agua cristalina, al final del paseo los antiguos lavaderos de la villa de muel.